Estoy convencido de que Google va a abandonar Android y centrar sus esfuerzos en la nueva niña bonita: ChromeOS.
Lo llevo diciendo ya un tiempo, pero las señales cada vez son más fuertes. Por un lado, Andy Rubin ha dejado Android, y por otro, en su macroevento del otro día, Samsung solo mencionó Android una vez.
Android fue una de las primeras grandes compras de Google, y su apuesta para entrar en un mercado que no tenía muy claro como se iba a desarrollar. Google no era una empresa de hardware de consumo en ese momento, y había demasiado ruido como para invertir en construir toda esa cadena de servicio. Era un momento que Nokia todavía lideraba el mercado móvil. De lejos. E intentar igualarles desde el lado del hardware parecía una locura. Incluso del lado del software. Solo Nokia tenía un software sólido, optimizado para las necesidades del hardware de un móvil, Symbian. El resto de fabricantes de dispositivos no eran realmente empresas de software y lo sufrían con una infinidad de sistemas operativos a cada cuál más doloroso.
Que mejor que utilizar el software como caballo de Troya.
Google ofreció Android “casi gratis” a quien quisiera utilizarlo. Pedías una licencia y hala, solo te tenías que preocupar del hardware. Google solo pedía a cambio acceso a los datos de uso, para aprender y mejorar sus servicios en el mundo móvil. Pero claro, todo no era tan sencillo.
Por un lado, Android estaba diseñado por ingenieros y primaba la eficiencia y la compatibilidad con cualquier tipo de componente, afectando a la calidad de la experiencia. Por otro lado los fabricantes empezaron a hacer sus propias customizaciones para diferenciarse, para no convertirse en simples fabricantes OEM. Y para rematar la faena, las primeras versiones de Android eran bastante inestables.
Esta combinación hizo de Android el hijo bastardo del mundo móvil. No tenía un progenitor claro que quisiera hacerse cargo de él. Y sufría, sufría mucho. De una versión a otra cambiaba de aspecto, de comportamiento, de tamaño de pantalla, hasta de aplicaciones que podía o no podía ejecutar. No había una experiencia de Android, había miles distintas, haciendo la vida imposible a los desarrolladores y a los usuarios.
Eventualmente Google dijo basta. Si querías tener una licencia para poder vender terminales móviles con Android, tendrías que aceptar su proceso de certificación, que requeria cierto grado de control de calidad (nada que ver con Apple, ojo). Por otro lado empezó a sacar sus dispositivos Nexus. La referencia o el estándar al que todos los fabricantes deberían aspirar. Y poco a poco fue apartándose del diseño original de Android (menos botones, una UI más refinada, acceso más rápido a Google).
Esto tampoco dió muy buen resultado: en una jugada realmente maquiavélica HTC lanzó, por un lado, un móvil Nexus para Google, mientras que por la espalda diseñaba otro dispositivo con una versión especial de Android, con mejor hardware, que terminó por ser más popular que la versión Nexus. Otro bofetón en la cara de Google.
Volvamos al presente: Google tiene a Motorola. Google compró Motorola por sus patentes, pero parece evidente que Google también compró Motorola para tener control sobre el servicio, de principio a fin.
Por su parte, los fabricantes también están intentando hacerse con el usuario: Samsung tiene ya su Samsung ID, y un catálogo de servicios similar al de Google (aunque ellos mismo admiten que nadie los usa).
A mi todo esto me parece que suena a que Google va a dejar que Android se emancipe, para centrarse en ChromeOS, un sistema operativo construido desde cero para y por la web, que funciona en casi cualquier hardware y que no necesita mucho para hacer las cosas bien.
Ya veremos que pasa. Tu puedes ir poniendome a parir en los comentarios. Otro día ya hablo de las estadísticas de uso de Android vs iOS que son bastante graciosas.
Sí, cada vez escribo posts más apocalípticos con un tufillo a gurú que doy asco. Dentro de nada los escribiré en inglés, ya verás.
P.D.: Otro dato, la versión de Android que viene con Nexus 4 ya no trae el navegador nativo, solo tiene Chrome.
P.P.D.: Android seguirá existiendo, es demasiado popular para morir. No soy tan tonto.
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