Tenia pensado escribrir lo bien que aguanta el tiempo la primera película de Indiana Jones. Iba a ensalzar las cualidades de George Lucas como productor, de Spielberg como director, de Lawrence Kasdan como escritor y de Harrison Ford como epítome perfecta del aventurero moderno. Un dream team de los de verdad.
Pero va a ser que no.
La película es tan jodidamente buena y se ha escrito tanto de ella que cualquier cosa que diga solo valdrá para desgastar su gloriosa reputación.
Para verla al menos una vez al año durante el resto de tu vida.