Una pequeña joyita producida por Tom Hanks que nos cuenta la historia de como Brian Jackson (James McAvoy) busca su identidad adulta en el Reino Unido de la Dama de Hierro.
Starter for ten es uno de esos filmes que disfrutas viendo, por ritmo, por banda sonora, por diálogos ocurrentes, por cierta sensación de familiaridad y de “a mi eso me ha pasado”. Los escenarios huelen a 1985, pero quiza no reflejen suficientemente bien la crisis que vivia el pais en esos momentos.
Curiosamente es otra adaptación literaria, en este caso a partir de la novela de David Nicholls del mismo nombre. El mismo Nicholls también ha escrito el guión influenciando positivamente el resultado.
McAvoy vuelve a hacer un trabajo sólido como personaje principal mientras que las dos actrices que le dan la réplica, Alice Eve y Rebecca Hall, salen más que airosas de la no-tan-simple tarea de dar vida a dos estereotipos de mujer.
Se agradece una visión de la vida universitaria dónde aparte de beberse las macetas, intentar llevarse el mayor número de chicas a la cama y lo que viene siendo meter la pata en general, que se hable de lo importante que es el conocimiento. Para verla una vez cada dos o tres años un domingo por la tarde con manta y palomitas.
